Su Mensaje Nuestra Misión
Nosotros
El ministerio Cruz y Biblia Internacional es un ministerio que asiste en la comunicación de la Palabra de Dios y el Evangelio de Cristo alrededor del Mundo.
Nuestra Historia
CBM Internacional nació del corazón de pastores veteranos y misioneros que tenían el deseo de ser un puente y una fuente para aquellos ministerios fuera de los Estados Unidos que tienen el mismo sentir.
El concepto de un puente es el de ser un nexo para lograr una verdadera comunión del Evangelio. Para lograrlo, buscamos conectar donantes y misioneros con sus ministerios respectivos. El concepto de una fuente es para ser un recurso que suple herramientas para los ministerios e individuos, y tesoros (recursos financieros) para que estos ministerios se lleven a cabo; tal como el Apóstol Pablo lo hizo con la colecta de las iglesias gentiles para la iglesia en Jerusalén.
Nuestro Propósito
Como se indica en los artículos de incorporación, esta corporación está organizada exclusivamente con fines religiosos, caritativos y educacionales como aparece dentro de la Sección 501 (c) (3) de los ingresos internos, código de 1986 (o disposición correspondiente ante cualquier futura Ley de Impuestos Internos de los Estados Unidos), incluyendo, pero no limitado a, recibir aportes para el apoyo de misioneros extranjeros y proyectos de misiones en el extranjero; proporcionar fondos para que niños asistan a Campamentos Bíblicos; la rehabilitación de jóvenes esclavizados en vicios, lo cual todo se hará al compartir el Evangelio de Jesucristo y al mostrar el amor de Dios a la niñez del mundo; y comprometerse con cualquier otro propósito legal que esté dentro del cumplimiento de los propósitos exentos de impuestos federales.
Nuestra Misión
Asistir para que pueda llevarse el Evangelio alrededor del Mundo al ser un centro de recursos que ayuda al misionero y sus ministerios para cumplir el llamado de Dios.

Nuestra Misión En Áreas
Gracia Eterna: Buscar ayuda para niños necesitados y en especial a orfanatos para que asistan a Campamentos Bíblicos donde se presenta el Evangelio.
Sustentar a los Santos: Buscar levantar sustento para ayudar a los misioneros internacionales que están comprometidos en llevar a cabo la Gran Comisión.
Red Nehemias: Buscar ayudar a que ministerios internacionales lleven a cabo proyectos que son vitales para completar la Gran Comisión.
Generaciones Futuras: Este es nuestro Fondo para becas de alumnos internacionales. Buscar levantar fondos para que alumnos tengan una preparación Teológica en escuelas aprobadas por CBM Internacional.
Recursos Bíblicos: Proporcionar recursos Bíblicos para la enseñanza de la Palabra de Dios.
Nuestra Visión
Nuestra misión es a nivel mundial y solo en conjunto con ministerios con la misma fe preciosa. Como se ha declarado anteriormente, buscamos ser puentes y fuentes para llevar a cabo la Gran Comisión.
Las Santas Escrituras.
Creemos que las Santas Escrituras del Antiguo y Nuevo Testamento es la Palabra inspirada de Dios en forma verbal y plenaria. Las Escrituras son inerrantes, infalibles y sopladas por Dios y, por lo tanto, son la autoridad final para la fe y la vida. Los sesenta y seis libros del Antiguo y Nuevo Testamento son la revelación completa y Divina de Dios al Hombre. (2 Tim. 3:16-17; 2 Pd. 1:20-21)
Dispensacionalismo
Creemos que las Escrituras interpretadas en un sentido pleno, literal, histórico, contextual y gramatical revelan divinamente dispensaciones determinadas o reglas de vida que definen las responsabilidades del hombre en eras sucesivas. Estas dispensaciones no son formas de salvación, sino mayordomías ordenadas de manera divina por la que Dios se dirige al hombre de acuerdo a Su propósito. Tres de estas dispensaciones – la ley, la iglesia, y el reino – son sujetos revelados detalladamente en las Escrituras. (Gen. 1:28; 1 Cor. 9:17; 2 Cor. 3:9-18; Gal. 3:13-25; Ef. 1:10; 3:2-10; Col. 1:24-25,27; Ap. 20:2-6)
La Deidad.
Creemos en un Dios Trino, eternamente existente en tres personas – Padre, Hijo, y Espíritu Santo – cada uno co-eternos en su existencia, co-idénticos en naturaleza, co-iguales en poder y gloria, y tienen los mismos atributos y perfecciones, pero con diferentes funciones para cumplir un único propósito Divino (Deut. 6:4; Mat. 28:19; 2 Cor. 13:14; Jn. 14:10,26).
La persona y obra de Cristo.
- Creemos que el Señor Jesucristo, el eterno Hijo de Dios, se hizo hombre, sin dejar de ser Dios, siendo concebido por el Espíritu Santo y nacido de la virgen María, a fin de poder revelar a Dios, redimir al hombre pecador, y en el fin reinar como Mesías (Is. 7:14; 9:6; Lc. 1:35; Jn. 1:1-2,14; 2 Cor. 5:19-21; Gal. 4:4-5; Fil. 2:5-8).
- Creemos que el Señor Jesucristo consumó nuestra redención a través de Su muerte en la cruz como sacrificio representativo, vicario, y sustitutorio; y, que nuestra justificación es segura por Su resurrección literal y física de entre los muertos (Hch. 2:18-36; Rom. 3:24-25; 1 Pd. 2:24; Ef. 1:7; 1 Pd.1:3-5).
- Creemos que el Señor Jesucristo ascendió al Cielo, y ahora es exaltado a la diestra de Dios donde cumple como Sumo sacerdote el ministerio de Representación, Intercesor, y Abogado (Hch. 1:9-10; Heb. 9:24; 7:25; Rom. 8:34; 1 Jn. 2:1-2).
La Persona y Obra del Espíritu Santo.
- Creemos que el Espíritu Santo es la Persona Divina de la Trinidad que convence al mundo de pecado, justicia y juicio; y que es el Agente Sobrenatural en la regeneración, bautizando a creyentes en el Cuerpo de Cristo, morando en ellos hasta el día de la redención del cuerpo (Jn. 16:8-11; Rom. 8:9; 1 Cor. 12:12-14; 2 Cor. 3:6; Ef. 1:13-14).
- Creemos que Él es el Maestro Divino que asiste al creyente para entender y apropiarse de las Escrituras y que es el privilegio y deber de todos los salvos ser llenos del Espíritu (Ef. 1:17-18; 5:18; 1 Jn. 2:20,27).
- Creemos que Dios da dones espirituales a todos los creyentes para la edificación del cuerpo de Cristo. Sin embargo, los dones de señal del Espíritu, tales como el de lenguas y sanidad, estaban limitados a la iglesia primitiva durante su periodo fundacional para cumplir el propósito Divino de Dios (Rom.12:3-8; 1 Cor. 12:4-11,28; Ef. 4:7-12).
- La liberación final del cuerpo de enfermedad o muerte espera la consumación de nuestra salvación en la resurrección, aunque con frecuencia Dios elige responder las oraciones de creyentes por una sanidad física (1 Cor. 1:22; 13:8; 14:21-22).
La Depravación Total del Hombre.
Creemos que el hombre fue creado en la imagen y semejanza de Dios, pero que en el pecado de Adán la raza humana cayó, heredó una naturaleza pecaminosa, y se separó de Dios; y, que el hombre está totalmente depravado y es incapaz de remediar por sí mismo su condición perdida sin la intervención de la Gracia de Dios (Gn. 1:26-27; Rom. 3:22-23; 5:12; 6:23; Ef. 2:1-3; 4:17-19).
Salvación y Santificación.
- Creemos que la Biblia enseña que hay una sola forma de salvación y que la salvación es un regalo de Dios dado al hombre por gracia y recivido mediante una fe personal en el Señor Jesucristo, cuya sangre preciosa fue derramada en el Calvario por los pecados de toda la humanidad. También creemos que cualquiera que reciba el regalo de Dios de Vida Eterna en Jesucristo es salvo eternamente (Jn. 1:12; Ef. 1:7; 2:8-10; 1 Pd. 1:18-19; Jn 14:6).
- Creemos que cuando una persona no regenerada ejercita la esa fe en Cristo él inmediatamente pasa de muerte espiritual a vida espiritual, y de una antigua creación a una nueva; siendo justificado de todas las cosas, teniendo su lugar y porción unida a Cristo y siendo uno con Él por siempre. Aunque el salvo puede tener oportunidad de crecer en la realización de sus bendiciones y de conocer en mayor medida el poder divino a través de su vida más completa en Dios, él es, a penas es salvo, en posesión de toda bendición espiritual y absolutamente completa en Cristo, y por lo tanto de ninguna manera Dios le requiere buscar una tal llamada “segunda bendición” o una “segunda obra de gracia” (Jn. 5:24; 17:23; Hch. 13:39; Rom. 5:1; 1 Cor. 3:21-23; Ef. 1:3; Col. 2:10; 1 Jn 4:17; 5:11-12).
- Creemos que la santificación, ser apartado para Dios, es triple: Para cada persona salva ya está completa porque su posición hacia Dios es la misma que la posición de Cristo. Sin embargo, creemos que él retiene su naturaleza pecaminosa, la cual no puede ser erradicada en esta vida. Por lo tanto, mientras la posición del Cristiano en Cristo es perfecta, su estado actual no es más perfecto que su experiencia en la vida diaria. Sin embargo hay una santificación progresiva donde el Cristiano debe crecer en gracia, y ser transformado por el poder del Espíritu. Creemos también que el hijo de Dios, mientras ahora es santificado en su posición en Cristo, será santificado por completo en su estado cuando vea a su Señor y sea semejante a Él (Jn. 17:17; 2 Cor. 3:18; 7:1; Ef. 4:24; 5:25-27; 1 Tes. 5:23; Heb. 10:10,14; 12:10).
- Creemos que todos los salvos deben vivir de una manera que no tenga que reprochar a su Salvador y Señor; y, que es mandato de Dios el apartarse de toda apostasía religiosa, placeres, prácticas y asociaciones pecaminosas (Rom. 12:1-2; 14:13; 2 Cor. 6:14-7:1; 2 Tim. 3:1-5; 1 Jn. 2:15-17; 2 Jn. 9-11).
La Garantía y Seguridad Eterna
- Creemos que, debido al propósito de Dios para con el objeto de Su amor, Su libertad para ejercitar la gracia mediante la sangre propiciatoria e inmerecida de Cristo, y debido a la naturaleza misma del don Divino de la vida eterna, todos los creyentes de todas partes, una vez salvos son guardados en forma segura para siempre (Jn. 5:24; 10:28; 13:1; 14:16-17; 17:11; Rom. 8:29; 1 Cor. 6:19; Heb. 7:25; 1 Jn. 2:1-2;5:13).
- Sin embargo, creemos que Dios es un Padre santo y justo y, ya que no puede obviar el pecado de Sus hijos, cuando pecan de manera persistente, Él castigará y corregirá con amor infinito; pero en el final va a presenta a cada uno de ellos sin falta delante de la presencia de Su gloria y los conformará a la imagen de Su Hijo (Heb. 12:5-11; Judas 24).
- Creemos que es el privilegio, no solo de algunos como es revelado en las Escrituras, sino de todos los que son nacidos de nuevo por el Espíritu a través de la fe en Cristo, la seguridad de su salvación desde el primer día que lo aceptan para ser Su Salvador y que esta seguridad no se basa en alguna conveniencia pretendida o por mérito propio, sino solamente en el testimonio de Dios escrito en Su Palabra, estimulando en Sus hijos amor, gratitud, y obediencia (Lc. 10:20; 22:32; 2 Cor. 5:1,6-8; 2 Tim. 1:12; Heb. 10:22; 1 Jn. 5:13).
Lealtades Divididas.
Creemos que la membresía en sociedades secretas y logias que requieren juramentos de lealtad cuasi religiosos por naturaleza dividen la lealtad de un cristiano, que su naturaleza secreta contraviene el evangelismo abierto del cristiano, que por lo general ofrecen una falsa esperanza de salvación a través de obras, y que sus juramentos son repugnantes a la conciencia cristiana. El cristiano puede ser miembro de una organización trabajadora, cívica o de otro tipo mientras que esa membresía no traiga conflicto con la lealtad absoluta a Cristo. (Ex. 20:3,7; Mt. 5:34-36; Jn. 18:20; Hch. 4:12; Rom. 12:17; 2 Cor. 6:14; Ef. 2:8-9; Stgo. 5:12)
La Segunda Venida de Cristo.
Creemos en la bendita esperanza del retorno de Cristo personal, inminente y premilenial, quien raptará a Su iglesia antes del periodo de los siete años de tribulación. Al final de la Tribulación, Cristo regresará de manera personal y visible con Sus santos para establecer Su Reino Mesiánico en forma literal y terrenal tal como lo prometió a la nación de Israel (Sal. 89:3-4; Dn. 2:31-45; Zac. 14:4-11; 1 Tes. 1:10; 4:13-18; Tito 2:13; Ap. 3:10; 19:11-16; 20:1-6).
El Estado Eterno.
- Creemos en la resurrección corporal de todos los hombres, los salvos para vida eterna, y los no salvos para juicio y castigo eterno (Mt. 25:46; Jn. 5:28,29; 11:25-26; Ap. 20:5-6, 12-13).
- Creemos que las almas de los redimidos están, en la muerte, ausentes del cuerpo y presentes con el Señor, donde con una conciencia dichosa esperan la Primer Resurrección, cuando el espíritu, alma y cuerpo son reunidos para ser glorificados para siempre con el Señor (Lc. 23:43; 2 Cor. 5:8; Fil. 1:23; 3:21; 1 Tes. 4:16-17; Ap. 20:4-6).
- Creemos que las almas de los no creyentes se mantienen, en la muerte, en castigo y tormento conciente hasta la Segunda Resurrección, cuando el espíritu, alma y cuerpo son reunidos donde compadecerán ante el Gran Trono Blanco y serán lanzados al Lago de Fuego, no para ser aniquilados sino para sufrimiento eterno, castigo conciente y tormento (Mt. 25:41-46; Mr. 9:43-48; Lc. 16:19-26; 2 Tes. 1:7-9; Jud. 6-7; Ap. 20:11-15).
Ángeles, Demonios, y Satanás.
Creemos que Dios creó una innumerable compañía de seres espirituales y sin pecado llamados ángeles; donde uno, “Lucero, hijo de la mañana” – el mayor de todos – pecó a través del orgullo, y así transformándose en Satanás; que una gran compañía de ángeles caídos le siguió en su caída moral, donde algunos se transformaron en demonios y son agentes activos y asociados en el proceso de sus propósitos impiadosos, mientras que otros que cayeron están “reservados en cadenas eternas bajo oscuridad hasta el juicio del gran día” (Is. 14:12-17; Eze. 28:11-19; 1 Tim. 3:6; 2 Pd. 2:4; Jud. 6).
- Creemos que Satanás es el originador del pecado, y que, bajo el permiso de Dios, con astucia guió a los primeros padres, Adán y Eva, a la transgresión, y por lo tanto logrando su caída moral y sujetándoles y su posteridad bajo su poder; que es el enemigo de Dios y del pueblo de Dios, oponiéndose y exaltándose sobre todo lo que es llamado Dios o que es alabado; y en su guerra aparece como ángel de luz, contradiciendo la obra de Dios al fomentar movimientos religiosos y sistemas de doctrina, que en todos los casos se caracteriza por la negación de la eficacia de la sangre de Cristo, la deidad de Cristo y la salvación sólo por gracia por medio de la fe únicamente en Cristo (Gn. 3:1-19; Rom. 5:12-14; 2 Cor. 4:3-4; 11:13-15; Ef. 6:10-12; 2 Tes. 2:4; 1 Tim. 4:1-3).
- Creemos que Satánas fue juzgado en la Cruz, aunque no ejecutado, y que, como usurpador, actualmente rige como “el dios de este siglo”; que, en la segunda venida de Cristo, Satanás será atado y lanzado al abismo por mil años, y luego de los mil años será suelto por un poco de tiempo y finalmente “lanzado al lago de fuego y azufre”, donde “será tormentado día y noche por siempre y siempre” (Col. 2:15; Ap. 20:1-3,10).
- Creemos que una gran compañía de ángeles mantuvo su estado santo y que están antes el trono de Dios, de donde son enviados como espíritus ministradores para servir a aquellos que son herederos de la salvación (Lc. 15:10; Ef. 1:21; Heb. 1:14; Ap. 7:12).
- Creemos que el hombre fue hecho menor a los ángeles; y que, en Su encarnación, Cristo tomó por un breve tiempo esta posición menor para poder llevar con Él al creyente a Su esfera que es sobre los ángeles (Heb. 2:6-10).
Gobierno Civil.
Creemos que Dios ordenó y creó toda autoridad que consiste en tres instituciones básicas: 1) el hogar, 2) la iglesia, 3) el estado. Cada persona esta sujeta bajo estas autoridades, pero todos (inclusive las autoridades) son responsables ante Dios y gobernadas bajo Su Palabra. Dios ha dado a cada institución responsabilidades Bíblicas específicas y donde dichas responsabilidades son equilibradas con el entendimiento de que ninguna institución tiene el derecho de infringir a la otra. El hogar, la iglesia y el estado son iguales y soberanos en sus responsabilidades respectivas dentro de las esferas Bíblicas asignadas por Dios. Creemos que debemos obedecer al estado a menos que requiera que actuemos contrario a nuestra fe momento en el cual debemos obeceder a Dios antes que al estado (Mt. 22:15-22; Hch. 5:29; Rom. 13:1-7; Ef. 5:22-24; Tito 3:1-2; Heb. 13:17; 1 Pd. 2:13-14).
Creación.
Creemos que Dios creó el universo en seis días literales, periodos de 24 horas. Rechazamos la evolución, la Teoría del Día-Era, y la Evolución Teísta como teorías de origen no escriturales (Gn. 1-2; Ex. 20:11). Creemos que Adán y Eva son personas históricas y reales creadas por Dios a Su imagen. También creemos que no sólo es el Creador del Universo sino también el Sustentador. (Gn. 1:26-28; 2:7; 18-24).
Sexualidad Humana.
- Creemos que Dios ordenó que no se realice ninguna actividad sexual íntima fuera del matrimonio entre un hombre y una mujer. Creemos que cualquier tipo de homosexualidad, lesbianismo, bisexualidad, bestialidad, incesto, fornicación, adulterio y pornografía son perversiones pecaminosas del regalo de Dios del sexo. Creemos que Dios desaprueba y prohibe cualquier intento de alteración de género ya sea por cirugía o apariencia (Gn. 2:24; Gn. 19:5,13; Gn. 26:8-9; Lv. 18: 1-30; Rom. 1:26-29; 1 Cor. 5:1; 6:9; 1 Tes. 4:1-8; Heb. 13:4).
- Creemos que el único matrimonio legítimo es la unión de un hombre y una mujer (Gn. 2:24; Rom. 7:2; 1 Cor. 7:10; Ef. 5:22-23).
Misiones.
Creemos que Dios ha dado a todos los creyentes la gran comisión para proclamar el Evangelio y hacer discípulos a todas las naciones a fin de que pueda haber una gran multitud de toda nación, tribu, grupo étnico, y lengua que crea en el Señor Jesucristo. Como embajadores de Cristo debemos utilizar todos los medios posibles para ir a las naciones y no esperar a que ellos vengan a nosotros (Mt. 28:19-20; Mr. 16:15; Lc. 24:46-48; Jn. 20:21; Hch. 1:8; 2 Cor. 5:20).
Demandas entre Creyentes.
Creemos que los Cristianos tienen prohibido hacer demandas civiles contra otros Cristianos o la iglesia para resolver disputas personales. Creemos que la iglesia posee todos los recursos necesarios para resolver disputas personales entre miembros. Sin embargo, creemos que un Cristiano puede buscar la compensación de perjuicios de otra compañía de seguro Cristiana siempre y cuando el reclamo sea realizado sin malicia o calumnia (1 Cor. 6:1-8; Ef. 4:31-32).
Esta Declaración de Fe no termina la extención de nuestra fe. La Biblia por sí misma es la única fuente final de todo lo que creemos. Sin embargo, creemos que dicha Declaración de Fe representa de manera certera la enseñanza de la Biblia y, por lo tanto, vinculan a todos los Directores y empleados del Ministerio.
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